隆Que no cunda el p谩nico! Si has estado siguiendo las noticias tecnol贸gicas 煤ltimamente, seguro que te ha llegado alg煤n eco sobre si OpenAI, la empresa detr谩s del famoso ChatGPT, andaba pidiendo una ayudita al gobierno para sus megaproyectos. Pues bien, su mandam谩s, Sam Altman, ha salido a la palestra para cortar los rumores de ra铆z con un mensaje alto y claro: "No tenemos ni queremos garant铆as del gobierno para los centros de datos de OpenAI".
En un extenso post en la red social X (la que antes conoc铆amos todos como Twitter), Altman se puso serio y defendi贸 una filosof铆a muy de "laissez-faire", o "dejar hacer", para el mundo tecnol贸gico. Seg煤n 茅l, los gobiernos no deber铆an andar eligiendo a sus empresas favoritas, y mucho menos usar el dinero de nuestros impuestos para salvar a compa帽铆as que han tomado malas decisiones o que, simplemente, no dan la talla en el mercado. "Si una empresa fracasa, otras har谩n un buen trabajo", sentenci贸.
El origen de la confusi贸n: unas declaraciones que dieron que hablar
Toda esta historia comenz贸 a ra铆z de unas declaraciones de la directora financiera de OpenAI, Sarah Friar. En un evento, sugiri贸 que la compa帽铆a estaba buscando un ecosistema de bancos y capital privado, y que el gobierno podr铆a actuar como un "respaldo" o "garant铆a" para que la financiaci贸n fluyera mejor. Como te puedes imaginar, estas palabras encendieron todas las alarmas. Figuras importantes, como David Sacks, asesor de IA de la Casa Blanca, no tardaron en reaccionar diciendo que no habr铆a "rescate federal para la IA".
La propia Friar tuvo que salir a aclarar sus comentarios en LinkedIn, explicando que us贸 la palabra "respaldo" de forma desafortunada y que lo que quer铆a decir es que el fortalecimiento de la industria tecnol贸gica en Estados Unidos es una tarea conjunta del sector privado y el gobierno.
La visi贸n de Altman: capitalismo puro y una propuesta para los gobiernos
Altman no solo se dedic贸 a apagar el fuego, sino que aprovech贸 para compartir su visi贸n a largo plazo. Dej贸 muy claro que si OpenAI se equivoca y no puede solucionarlo, debe fracasar. "As铆 es como funciona el capitalismo", afirm贸, rechazando la idea de que su empresa sea "demasiado grande para caer".
Pero su discurso no se qued贸 ah铆. Lanz贸 una propuesta interesante a los gobiernos: en lugar de respaldar empresas privadas, deber铆an considerar construir y poseer su propia infraestructura de inteligencia artificial. Altman sugiri贸 la creaci贸n de una "reserva nacional estrat茅gica de potencia inform谩tica", algo as铆 como las reservas estrat茅gicas de petr贸leo, que el gobierno podr铆a gestionar y utilizar seg煤n sus necesidades, beneficiando al sector p煤blico en lugar de a compa帽铆as concretas.
Una excepci贸n a la regla: los semiconductores
A pesar de su firme postura, Altman s铆 admiti贸 un 谩rea donde el apoyo gubernamental podr铆a tener sentido: la fabricaci贸n de semiconductores en Estados Unidos. Explic贸 que OpenAI ha discutido la posibilidad de garant铆as de pr茅stamos en este contexto, no para beneficiarse directamente, sino como parte de un esfuerzo m谩s amplio para fortalecer la capacidad industrial del pa铆s y asegurar una cadena de suministro de chips independiente. Sin embargo, quiso diferenciar claramente esto de garantizar la construcci贸n de centros de datos privados.
De hecho, se ha sabido que OpenAI ha solicitado formalmente a la Casa Blanca que se ampl铆en los cr茅ditos fiscales de la Ley CHIPS, pensada para la fabricaci贸n de chips, para que tambi茅n cubran la construcci贸n de centros de datos de IA y sus componentes. Esto muestra que, si bien rechazan un rescate directo, no le hacen ascos a los incentivos fiscales que beneficien a toda la industria.
Un futuro de inversiones astron贸micas
Las declaraciones de Altman llegan en un momento en que OpenAI est谩 planeando inversiones de una escala casi inimaginable. Se habla de compromisos que alcanzan los 1,4 billones de d贸lares en los pr贸ximos ocho a帽os para expandir su infraestructura. La compa帽铆a espera terminar este a帽o con unos ingresos anualizados de m谩s de 20.000 millones de d贸lares y crecer hasta "cientos de miles de millones" para 2030. Estas cifras mareantes son necesarias para alimentar la creciente demanda de IA y proyectos tan colosales como "Stargate", un centro de datos de 500.000 millones de d贸lares en colaboraci贸n con Oracle y SoftBank.
En mi opini贸n, la postura de Sam Altman es un movimiento inteligente y necesario. En un momento en que la inteligencia artificial est谩 en el centro de un debate global y las cifras de inversi贸n alcanzan niveles estratosf茅ricos, es crucial marcar una l铆nea clara entre la colaboraci贸n p煤blico-privada y la dependencia del dinero de los contribuyentes. Al rechazar la idea de un rescate, Altman no solo calma a los mercados y a los pol铆ticos, sino que tambi茅n env铆a un mensaje de confianza en la propia capacidad de OpenAI y en la robustez del ecosistema tecnol贸gico. Su propuesta de una "reserva estrat茅gica" de computaci贸n es, adem谩s, una idea provocadora que podr铆a cambiar las reglas del juego, permitiendo a los estados tener un papel activo en la era de la IA sin caer en el proteccionismo de empresas individuales. Es, en definitiva, una declaraci贸n de principios que aboga por un capitalismo de riesgo y recompensa, donde el 茅xito se gana en el mercado y no en los despachos gubernamentales.
