El gigante chino de la IA sale de las sombras con un mensaje agridulce
¡Vaya forma de volver a escena! Después de casi un año manteniendo un perfil superbajo, la gente de DeepSeek, la startup china de inteligencia artificial que a principios de 2025 nos dejó a todos con la boca abierta, ha decidido hablar. Y no lo ha hecho para echarnos flores, precisamente. Chen Deli, uno de sus investigadores principales, se subió al escenario de la World Internet Conference en Wuzhen y soltó una de esas bombas que te dejan pensando.
En un evento organizado por el gobierno chino, Deli compartió un punto de vista bastante sorprendente y con dos caras sobre el futuro de la inteligencia artificial. Por un lado, admitió estar "extremadamente positivo" con el potencial de la tecnología en sí. Pero, por otro, se mostró muy "negativo" sobre el impacto que podría tener en nuestra sociedad. Una dualidad que refleja la creciente preocupación dentro del sector.
"Un desafío masivo para la humanidad": ¿Nos quedaremos sin trabajo?
Aquí viene lo fuerte. Según Chen Deli, aunque a corto plazo la IA será una "gran ayuda" para todos, el panorama a medio y largo plazo es para echarse a temblar. Sus predicciones son bastante directas:
- En los próximos 5 a 10 años: La IA podría empezar a reemplazar una parte importante del trabajo que hacemos las personas.
- En los próximos 10 a 20 años: El escenario es aún más radical. La IA podría hacerse cargo de la mayoría de las tareas humanas, lo que supondría un "desafío masivo" para la sociedad global.
Ante esta perspectiva, Deli hizo un llamamiento a la responsabilidad. Dijo que las empresas tecnológicas deberán convertirse en "defensoras del hombre", asumiendo un papel clave para mitigar los efectos de esta transición tan bestia que se nos viene encima. Un mensaje que resuena con fuerza en un momento en que el debate sobre el futuro del empleo está más candente que nunca.
DeepSeek: El rival de bajo coste que inquieta a OpenAI
Para entender la importancia de estas declaraciones, hay que recordar quién es DeepSeek. Esta empresa no es una más del montón. A principios de año, sacudieron el mercado global con un modelo de IA de código abierto que, según varios análisis, competía e incluso superaba a los sistemas de gigantes como OpenAI, pero con un coste de desarrollo y un consumo energético muchísimo menor. Esto los posicionó como un competidor directo y muy serio en la carrera por el liderazgo de la IA.
Una de las claves de su éxito es su independencia tecnológica. Ante las restricciones de Estados Unidos que prohíben a las empresas chinas comprar los últimos semiconductores de multinacionales como Nvidia, DeepSeek ha apostado por el producto local. Utilizan chips de compañías chinas como Huawei, demostrando que es posible alcanzar un nivel de innovación altísimo sin depender de la tecnología extranjera. Este movimiento ha sido visto por el gobierno chino como un símbolo de la resiliencia y la fuerza tecnológica del país.
Los problemas con la privacidad en Europa
Pero no todo ha sido un camino de rosas para DeepSeek. Su rápido ascenso también atrajo la atención de los reguladores. A principios de 2025, el Garante per la privacy, la autoridad de protección de datos de Italia, puso a la empresa en su punto de mira. El organismo abrió una investigación por la gestión poco transparente de la información de los usuarios del chatbot y la posible recopilación de datos sin el consentimiento adecuado.
La cosa llegó a tal punto que el Garante ordenó limitar el acceso al servicio desde Italia para proteger los datos de sus ciudadanos, alegando que las explicaciones de la compañía china eran "totalmente insuficientes". A pesar de esto, parece que el servicio sigue siendo accesible desde el país, lo que deja en el aire muchas preguntas sobre la efectividad de estas medidas.
Conclusión: Una llamada de atención necesaria
Personalmente, creo que la intervención de Chen Deli es un soplo de aire fresco y, a la vez, un jarro de agua fría. En un sector a menudo dominado por un optimismo tecnológico casi ciego, es valiente y necesario que una de las empresas protagonistas ponga sobre la mesa los riesgos sociales de lo que están creando. La advertencia de DeepSeek no es apocalíptica, sino una llamada a la acción. Nos obliga a pensar no solo en cómo desarrollar una IA más potente, sino en cómo construir una sociedad que pueda adaptarse a ella sin dejar a nadie atrás. La tecnología por sí sola no es ni buena ni mala, pero su impacto depende enteramente de cómo la gestionemos. Y, por lo que parece, el tiempo para empezar a hacerlo en serio es ahora.
