Un diseño premium que enamora a primera vista
¡Hola a todos los amantes de la tecnología! Hoy vamos a desgranar uno de los lanzamientos más esperados en el mundo de los wearables: la reseña del Samsung Galaxy Fit3. Lo primero que salta a la vista es su increíble transformación. Samsung ha dejado atrás el plástico de generaciones anteriores para darnos un cuerpo de aluminio con un acabado arenado que se siente robusto, elegante y sorprendentemente ligero. Con solo 18.5 gramos de peso (sin correa), a menudo olvidarás que la llevas puesta, lo que la hace ideal para llevarla durante todo el día e incluso para dormir.
La pulsera es rectangular, con bordes redondeados y un aspecto que se acerca más al de un smartwatch que al de una pulsera de actividad tradicional. Además, cuenta con certificaciones 5ATM e IP68, lo que garantiza su resistencia al agua y al polvo. Podrás ducharte, nadar o enfrentarte a un día de lluvia sin ninguna preocupación.
Una pantalla que lo cambia todo
El segundo gran protagonista es, sin duda, su pantalla. La Galaxy Fit3 monta un panel AMOLED de 1.6 pulgadas, un 46% más grande que su predecesora, la Fit2. Esta pantalla no solo es más grande, sino que ofrece una resolución de 256 x 402 píxeles, colores vivos y un brillo excelente que asegura una visibilidad perfecta incluso bajo la luz directa del sol. La respuesta táctil es fluida y la experiencia de navegación por los menús es muy satisfactoria. Además, incluye un sensor de luz ambiental para el ajuste automático del brillo y la opción de Always On Display, aunque activarla reducirá la autonomía del dispositivo.
Monitorización de salud y deporte: ¿Cumple con lo que promete?
En el corazón de la Galaxy Fit3 encontramos un conjunto de sensores bastante completo: acelerómetro, barómetro, giroscopio, sensor óptico de frecuencia cardíaca y sensor de luz. Esto se traduce en una monitorización detallada de tu actividad diaria:
- Seguimiento de actividad: Mide pasos, calorías quemadas, distancia recorrida y tiempo de actividad. La precisión en el conteo de pasos es bastante buena, con un margen de error mínimo.
- Más de 100 modos deportivos: Puedes registrar más de 100 tipos de entrenamiento distintos. Además, la pulsera es capaz de detectar automáticamente algunos ejercicios populares como caminar, correr o la elíptica.
- Monitorización del sueño: Analiza tus patrones de sueño, incluyendo las diferentes fases (ligero, profundo, REM), los niveles de oxígeno en sangre e incluso la detección de ronquidos (utilizando el micrófono de tu móvil). Ofrece una puntuación del sueño y un programa de "Sleep Coaching" para ayudarte a mejorar tu descanso.
- Salud general: Mide la frecuencia cardíaca de forma continua o a intervalos, los niveles de estrés y el oxígeno en sangre (SpO2).
Una de las grandes ausencias, y un punto a tener en cuenta, es la falta de GPS integrado. Para registrar la ruta y la velocidad de tus entrenamientos en exterior, necesitarás llevar tu smartphone contigo, ya que utiliza el GPS del teléfono. Esto puede ser un inconveniente para los corredores o ciclistas que prefieren salir sin el móvil.
Batería: La eterna promesa de los 13 días
Samsung anuncia una autonomía de hasta 13 días con una sola carga. Sin embargo, es importante matizar este dato. Esta cifra se consigue con un uso muy moderado. En el mundo real, con un uso intensivo que incluya la pantalla siempre encendida (Always On Display), monitorización continua de la frecuencia cardíaca, seguimiento del sueño con SpO2 y notificaciones activadas, la duración de la batería se reduce considerablemente, rondando los 3 a 5 días. Si desactivas el modo Always On Display y moderas el uso de los sensores, es posible alcanzar entre 7 y 8 días de autonomía, lo cual sigue siendo una cifra muy respetable. En cuanto a la carga, cuenta con un sistema magnético y es bastante rápida, alcanzando el 65% en solo 30 minutos.
Funciones "inteligentes" y experiencia de usuario
La Galaxy Fit3 se maneja a través de la aplicación Galaxy Wearable y sincroniza todos los datos con Samsung Health. La interfaz del dispositivo es intuitiva y fluida. Te permite recibir notificaciones de llamadas, mensajes y aplicaciones directamente en la muñeca. Puedes responder a mensajes con respuestas rápidas predefinidas, pero al no tener micrófono ni altavoz, no puedes contestar llamadas directamente desde la pulsera.
Otras funciones interesantes incluyen el control de la música de tu móvil, el disparador remoto para la cámara (solo en móviles Samsung con One UI 6.0 o superior) y funciones de seguridad como la detección de caídas y el envío de señales SOS. Es importante destacar que la Galaxy Fit3 solo es compatible con dispositivos Android; no funciona con iPhone. Además, algunos usuarios han reportado problemas de sincronización con la app Samsung Health y algunos bugs en las notificaciones, algo que Samsung podría solucionar con futuras actualizaciones de software.
Veredicto final
La Samsung Galaxy Fit3 es un salto cualitativo enorme respecto a su predecesora. Su diseño premium, su espectacular pantalla AMOLED y su completo sistema de monitorización de la salud la sitúan como una de las mejores pulseras de actividad del mercado, acercándose peligrosamente al terreno de los smartwatches de entrada. Es una opción fantástica si buscas un dispositivo ligero, elegante y funcional, especialmente si ya estás dentro del ecosistema de Samsung. Sin embargo, la falta de GPS integrado y una autonomía real que, aunque buena, no alcanza las cifras prometidas en un uso intensivo, son sus principales puntos débiles. A pesar de ello, su relación calidad-prestaciones la convierte en una compra muy recomendable.