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eBay Una evolución familiar con toques de genialidad
Bienvenidos a la reseña del Google Pixel 10 Pro, un terminal que a primera vista parece continuista, pero que esconde bajo el capó una apuesta decidida por la inteligencia artificial. El diseño nos resulta familiar, manteniendo la ya icónica barra para la cámara en la parte trasera y una construcción que se siente premium en la mano, con un marco de aluminio pulido y un cristal mate que repele bastante bien las huellas. Se siente tan robusto y bien construido como sus principales competidores. Una de las novedades más prácticas es la inclusión de Pixelsnap, la versión de Google del MagSafe de Apple, que abre un nuevo mundo de accesorios magnéticos y mejora la experiencia de carga inalámbrica Qi2.
La pantalla es, sin duda, uno de sus puntos fuertes. Hablamos de un panel OLED LTPO de 6.3 pulgadas con una resolución QHD+ y una tasa de refresco adaptativa de hasta 120 Hz, lo que garantiza una fluidez exquisita al navegar y jugar. El brillo ha mejorado respecto a la generación anterior, alcanzando picos que permiten una visualización perfecta incluso bajo la luz directa del sol. Es una pantalla nítida, vibrante y, en definitiva, una de las mejores del mercado.
El cerebro Tensor G5 y la experiencia Android pura
En el corazón del Pixel 10 Pro encontramos el nuevo procesador de la casa, el Google Tensor G5. Este chip sigue la filosofía de Google: no busca ser el más potente en benchmarks, sino el más inteligente. En el uso diario, el teléfono se siente rápido y fluido para la mayoría de las tareas. Las aplicaciones se abren sin demoras y la experiencia general con Android 16 es una delicia, limpia y con funciones exclusivas que realmente aportan valor. Google promete siete años de actualizaciones de software, un punto muy a favor que garantiza la longevidad del dispositivo.
Sin embargo, es importante ser claros: si eres un gamer empedernido o buscas el máximo rendimiento bruto, el Tensor G5 se queda un paso por detrás de los chips de Qualcomm que montan sus rivales directos. En pruebas de rendimiento, la diferencia es notable, y bajo cargas de trabajo intensas y prolongadas, el teléfono puede mostrar signos de fatiga. Es una decisión consciente de Google, que prioriza las capacidades de IA sobre la potencia pura.
La cámara: donde la magia de la IA ocurre de verdad
Si hay un motivo por el que los Pixel son famosos, es por su cámara. Y el Google Pixel 10 Pro no decepciona. Mantiene una configuración de triple lente muy versátil: un sensor principal de 50 MP, un ultra gran angular de 48 MP y un teleobjetivo de 48 MP con un zoom óptico de 5x. Aunque el hardware es similar al de la generación anterior, el procesado de imagen del Tensor G5 lleva las fotos a otro nivel.
Las fotos diurnas son espectaculares, con un nivel de detalle, un rango dinámico y una ciencia de color que enamoran. Pero es en condiciones de poca luz donde el Pixel 10 Pro saca músculo, superando a competidores directos con imágenes más nítidas y colores más precisos. El teleobjetivo es uno de los mejores del mercado, y el zoom digital mejorado por IA, llamado Pro Res Zoom, alcanza un increíble 100x, generando detalles sorprendentes a largas distancias. Las funciones de IA como Magic Cue o el nuevo Camera Coach, que te ayuda a componer la mejor foto, son ejemplos de cómo Google integra el software para mejorar la experiencia fotográfica de una forma útil y no como un simple truco.
En el apartado de vídeo, también hay mejoras, con una estabilización mejorada y la capacidad de grabar en 4K a 60fps con todas las cámaras, ofreciendo resultados muy sólidos.
Autonomía y carga: un punto con margen de mejora
La batería del Pixel 10 Pro ha crecido ligeramente hasta los 4,870 mAh. En un uso normal, el teléfono puede llegar al final del día sin problemas, e incluso estirarse hasta los dos días con un uso más moderado. Sin embargo, algunas pruebas arrojan resultados inconsistentes, mostrando una duración inferior a la de su predecesor y a la de sus rivales directos en reproducción de vídeo continua. Parece que la eficiencia del Tensor G5 en ciertas tareas sigue siendo un área a mejorar.
En cuanto a la carga, Google sigue siendo conservador. Soporta una carga por cable de hasta 30W y carga inalámbrica Qi2 de hasta 15W. Estas cifras no son malas, pero se quedan lejos de las velocidades vertiginosas que ofrecen otros fabricantes. En la práctica, se tarda aproximadamente una hora y media en cargarlo por completo, lo que puede parecer lento en 2025.
Veredicto final: ¿Es el Google Pixel 10 Pro para ti?
El Google Pixel 10 Pro es un smartphone excelente, pero con un público muy definido. Si valoras por encima de todo una experiencia de software limpia, las funciones de inteligencia artificial más avanzadas del mercado y una de las mejores cámaras que puedes encontrar en un móvil, este es tu teléfono. La integración de la IA en la fotografía y en el sistema operativo es genuinamente útil y marca la diferencia en el día a día. Sin embargo, si tu prioridad es el máximo rendimiento para juegos exigentes o una autonomía y velocidad de carga líderes en el mercado, es posible que encuentres opciones más potentes en la competencia. Es una evolución inteligente y refinada, que apuesta más por el cerebro que por el músculo. La reseña del Google Pixel 10 Pro concluye que es un dispositivo brillante en lo que se propone, aunque no intente ser el mejor en todo.
