Análisis del Xiaomi Mi TV Stick: La navaja suiza para tu televisor
El Xiaomi Mi TV Stick irrumpió en el mercado como una solución sencilla y económica para darle una nueva vida a esos televisores que se quedaron atrás en la carrera tecnológica. La promesa es simple: conéctalo al puerto HDMI, dale energía a través de un USB y, como por arte de magia, tendrás Android TV en tu pantalla. Pero, ¿es oro todo lo que reluce? Lo hemos puesto a prueba para contártelo todo.
Con un diseño ultracompacto y un peso de apenas 28.5 gramos, este dispositivo es la definición de portátil. Su instalación es tan fácil como promete: enchufar y listo. En la caja encontramos lo esencial: el stick, un mando a distancia Bluetooth con micrófono para el Asistente de Google, un cable Micro-USB para la alimentación y un adaptador de corriente. El mando es minimalista y funcional, con botones de acceso directo a Netflix y Prime Video, lo que agiliza el acceso a estas plataformas tan populares.
Rendimiento en el día a día: luces y sombras
Una vez en marcha, nos encontramos con la interfaz de Android TV 9.0, un sistema operativo limpio, intuitivo y fácil de navegar. Tenemos acceso a la Google Play Store, lo que nos abre un universo de aplicaciones: desde las más conocidas como YouTube, Disney+, HBO Max, hasta juegos y otras utilidades. La inclusión de Chromecast integrado es un gran acierto, permitiéndonos enviar contenido desde nuestro móvil o tablet a la tele con una facilidad pasmosa.
Ahora bien, hablemos del corazón del dispositivo. El Mi TV Stick está equipado con un procesador Quad-core Cortex-A53, una GPU Mali-450 y, aquí viene su principal limitación, solo 1 GB de memoria RAM. El almacenamiento interno es de 8 GB, de los cuales el sistema operativo consume una parte importante, dejándonos con unos 5 GB libres para nuestras apps.
¿Cómo se traduce esto en el uso diario? Para la tarea principal, que es el streaming de contenido, el dispositivo cumple. La reproducción de vídeo en plataformas como Netflix o YouTube a su resolución máxima de 1080p a 60fps es fluida en general. La conectividad Wi-Fi de doble banda (2.4GHz/5GHz) asegura una buena velocidad de conexión si tenemos un router compatible. Sin embargo, es en la navegación por la interfaz y al cambiar entre aplicaciones donde se notan las costuras. El giga de RAM se queda corto, provocando lag o retrasos ocasionales. Abrir aplicaciones puede tomar más tiempo de lo deseado y no cuenta con una multitarea real; el sistema cierra las apps en segundo plano para liberar memoria.
Si tu intención es jugar a títulos exigentes de la Play Store, este no es tu dispositivo. Su hardware es suficiente para juegos sencillos, pero no para experiencias más complejas.
Calidad de imagen y sonido
El Xiaomi Mi TV Stick está diseñado para televisores Full HD, ofreciendo una resolución máxima de 1920x1080 píxeles. La calidad de imagen es buena para este estándar. En cuanto al audio, es compatible con decodificación de sonido Dolby y DTS, lo que proporciona una experiencia sonora envolvente si contamos con un equipo de sonido compatible.
Veredicto final: ¿Para quién es el Xiaomi Mi TV Stick?
Tras analizarlo a fondo, el Xiaomi Mi TV Stick es un producto con un público muy definido. Es una opción excelente y muy económica para quienes buscan darle funciones inteligentes a un televisor secundario (por ejemplo, el de la cocina o un dormitorio) o a una pantalla Full HD antigua. Su portabilidad es un plus si viajas a menudo. Es perfecto para consumir contenido en streaming sin complicaciones. Sin embargo, si buscas el máximo rendimiento, una experiencia sin ningún tipo de lag, resolución 4K o planeas usar muchas aplicaciones o juegos, sus limitaciones de hardware, especialmente el GB de RAM, harán que se te quede corto. En ese caso, sería más recomendable optar por alternativas algo más potentes, como su hermano mayor, el Xiaomi TV Stick 4K, o dispositivos de otras marcas.