El 5G industrial en Italia: una carrera que promete mucho pero que aún no despega del todo

El mercado del 5G para la industria en Italia muestra un crecimiento impresionante del 43% en 2025, alcanzando los 10,5 millones de euros. Sin embargo, esta cifra esconde una realidad: la tecnología sigue siendo un nicho y solo un 2% de las grandes empresas la usa para transformar su negocio. ¿Qué está pasando realmente? Te lo contamos todo.
La noticia

¡Hola, amantes de la tecnología y curiosos de la innovación! Hoy vamos a hablar de un tema que suena a futuro, pero que ya está aquí, aunque a pasitos de bebé: el 5G industrial en Italia. Según los últimos datos calentitos del Observatorio 5G & Connected Digital Industry del Politécnico de Milán, el mercado está que arde con un crecimiento del 43% en 2025, llegando a la cifra de 10,5 millones de euros. ¡Wow! Un aplauso para ese crecimiento, ¿verdad?

Pero, como en toda buena historia, hay un "pero". A pesar de este subidón, el 5G en las fábricas y almacenes italianos sigue siendo cosa de unos pocos valientes. De hecho, solo un escaso 2% de las empresas grandes y medianas está usando esta conectividad para darle una vuelta de tuerca a su modelo de negocio. Esto nos deja pensando: ¿por qué una tecnología con tanto potencial avanza a un ritmo más de maratón que de sprint?

Los pioneros del 5G: logística y manufactura a la cabeza

Si nos asomamos a ver quiénes son los que sí se están atreviendo a dar el salto, nos encontramos con dos sectores protagonistas: la logística (con un 26% de los proyectos) y la industria manufacturera (con un 23%). En total, ya hay 47 proyectos de redes 5G privadas o dedicadas en marcha, 10 más que el año pasado. Lo curioso es que la mayoría de estos proyectos, 8 de cada 10, se mantienen en secreto, como si de una receta secreta se tratara. Esto nos indica que las empresas están pasando de la simple experimentación a implementaciones más serias y estratégicas.

¿Y para qué lo usan? Pues para cosas que suenan a ciencia ficción pero que ya son una realidad:

  • En logística: para el seguimiento de flotas y activos, la gestión de almacenes robotizados y la vigilancia inteligente con cámaras y drones.
  • En manufactura: para crear las "smart factories" o fábricas inteligentes, con máquinas que hablan entre sí, mantenimiento que predice fallos antes de que ocurran y robots que colaboran con los humanos.

El dilema de la financiación: ¿dinero público o inversión propia?

Una de las grandes preguntas es quién paga la fiesta del 5G. Hasta ahora, los fondos públicos han tenido un papel importante, cubriendo el 39% del gasto total en 2025. Sin embargo, parece que la tendencia está cambiando. Solo el 10% de los nuevos proyectos de este año se ha iniciado con dinero público. Esto es una señal muy positiva: las empresas cada vez más creen en el potencial del 5G y están dispuestas a rascarse el bolsillo para financiar sus propias redes privadas, movidas por objetivos industriales claros y no solo por la disponibilidad de una subvención.

Los "juguetes" del 5G: un ecosistema en plena maduración

Para que el 5G funcione en la industria, no solo hace falta la red, sino también los dispositivos. La buena noticia es que la oferta de "cacharros" 5G Ready es cada vez más amplia y madura. En 2025, ya contamos con 21 dispositivos diferentes desarrollados por 9 fabricantes. Estos aparatos se están usando principalmente en la agricultura, la manufactura, la defensa y seguridad, y hasta en los medios y el entretenimiento. Aunque todavía hay camino por recorrer, la variedad de herramientas disponibles está ayudando a que la implementación sea más rápida y barata.

¿Por qué nos cuesta tanto cambiar? El freno cultural

Si la tecnología avanza y las empresas empiezan a invertir, ¿dónde está el cuello de botella? Según los expertos como Antonio Capone, del Politécnico de Milán, el problema es en parte cultural. Cuesta percibir el valor real de la conectividad como el corazón de la transformación digital. Muchas empresas ven el cambio como algo complejo y caro, y prefieren quedarse con lo que ya conocen, aunque no sea lo mejor. La seguridad, encontrar socios de confianza y el miedo a "casarse" con un solo proveedor son algunos de los fantasmas que frenan la adopción.

En resumen, la mayoría de las empresas italianas (un 45%) ve la conectividad como un servicio básico que debe funcionar y costar poco, sin pensar en cómo podría revolucionar su forma de trabajar. La estrategia para exprimir todo el jugo al 5G, en gran medida, está todavía por escribir.

Desde mi punto de vista, estamos ante el clásico escenario del "quiero y no puedo" o, más bien, del "puedo pero no me atrevo". El potencial del 5G industrial es gigantesco, capaz de hacer nuestra industria más competitiva, eficiente y segura. El crecimiento del mercado, aunque parta de cifras bajas, es una señal inequívoca de que algo se está moviendo. Sin embargo, el verdadero cambio no vendrá solo de la mano de la tecnología, sino de un cambio de mentalidad. Es necesario que las empresas dejen de ver la conectividad como un simple coste y empiecen a verla como la inversión estratégica que realmente es. El futuro no espera, y las empresas que tarden demasiado en subirse a la ola del 5G corren el riesgo de quedarse mirando desde la orilla cómo sus competidores se alejan a toda velocidad.